Como bien decía Frank Sinatra en su mítica canción, no existe nada más grande que “New York, New York” y su Gran Manzana. No hay otra ciudad para proclamarse Capital del mundo y no hay otra urbe que pueda llevar este título. Todas las expresiones y emociones que la vida es capaz de generar se encuentran en Nueva York. Se plasman en los taxistas, en los negros del Bronx o los hispanos de Harlem, en las risas triunfales de los desfasados “yuppies”, en los sueños de los trabajadores de Queens o en el deseo de los turistas europeos en busca de gangas. Hay que ir a Nueva York para comerse un trozo (de la manzana). “New York, New York, I want to wake up in a city, That never sleeps. And find I’m a number one, Top of the list, King of the hill…A number one”